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jueves, 6 de agosto de 2009

Estamos perdiendo el contacto humano

¿Internet nos está volviendo más insociables por la cantidad de herramientas digitales que se emplean hoy en día para comunicarse con la gente, o bien, por el contrario, nos hace más sociables por las mismas herramientas que antes no teníamos?

Antes no teníamos ni móviles. Quedábamos en la puerta del Centro Comercial a las 8 de la noche, y si alguien venía tarde había que aguantarse. Hoy casi vemos donde anda una persona, o si coge tarde el autobús porque lo ha publicado en su Twitter y lo vemos casi a tiempo real en nuestro móvil.

Hoy en día estamos tan acostumbrados a Twitter, Facebook, SMS, o cualquier otro tipo de tecnología de envío rápido de mensajes "más bien cortos", que casi hemos perdido el contacto auditivo por una llamada de teléfono "convencional", por no ir más allá y decir de haber perdido el contacto físico en un café, en un banco en el parque…

Espero que sepamos controlar el exceso de facilidad que estas tecnologías ponen a nuestro alcance y sepamos seguir siendo humanos, por muy "autómata" que se presente el futuro.

3 comentarios:

Erick Sosa dijo...

Creo que tienes mucha razón Norbert, el problema, la distancia y aún los costos de comunicación. Otra cosa que veo que está sucediendo es que las generaciones vienen "programadas" de otra forma, para gente de nuestra edad, que hemos tenido la fortuna de ver el avance de la tecnología y vivir los dos tipos de mundos (el conectado y el que no), vemos con claridad los problemas y ventajas de ambos lados, pero generaciones atrás de la nuestra, han vivivo conectadas la mayor parte de su mundo, para ellos esto es o más natural, quién sabe que nos espera más adelante??? (Secondlife puede darnos una idea, has estado allí? )

Norbert dijo...

Secondlife lo probe y me aburri bastante... ya tengo bastante con mi vida, jajajaja
PD. Gracias por leerme

J.Alberto dijo...

Sí que hace más insociable internet de alguna manera, pero para nada tiene por qué notarse. Es una herramienta válida para quedar a tomarse un café o para ir al banco del parque y compensar así la vida "virtual", que es social a la vez, con la vida "real".